Ya no puedo más. ¿Cuánto tiempo llevamos aquí todos en fila? He soñado que nos liberaban, que podíamos huir de esta confinación de pesadilla. Dejaba atrás este olor de hacinamiento al que ya me he habituado. Pero al despertar sigo sintiendo el excesivo contacto de mis compañeros. Me miro y esa terrible marca sigue ahí. Un número de identificación en la piel. Justo en el lomo.
SGSV
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada